Optimismo vs Pesimismo: ¿Qué es mejor para el negocio?

Los optimistas lo ven todo de color de rosa, mientras que para los pesimistas todo es negro y malo. ¿Es así de sencillo? ¿Podría el pesimismo ayudarte en el negocio?

¡Descubrámoslo!


El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas.”

William Arthur Ward, autor

Muchos pesimistas dicen ser realistas. Pero si lo piensas, todos nosotros tenemos nuestra propia realidad, que es lo que influye en nuestras acciones.


¿Cuáles son los pros y contras del pesimismo?


Muchos inversores han triunfado porque su pesimismo les impedía invertir en proyectos peligrosos o con mucho riesgo. Así que conservan sus ahorros.

Por otro lado, se pierden muchas oportunidades buenas. El pesimismo conlleva falta de motivación y de energía: si desde el principio ya piensas que no vas a conseguir tus objetivos, seguramente no los consigas.


¿Cómo puede el optimismo mejorar o empeorar un negocio?


El optimismo tiene dos caras. Muchos optimistas son soñadores que no siempre pueden valorar los riesgos, pero están dispuestos a darlo todo. Así que muchos no pueden hacer frente a la realidad.

Pero el optimismo es una fuente de inspiración, recarga las pilas y permite a la gente ampliar sus horizontes. Nadie innova ni triunfa sin optimismo, sino, ¿cómo iban a hacer sus sueños realidad?


¿Cuál es la mejor opción?


¡La mejor opción es un equilibrio entre optimismo y realismo para así no perderse las mejores oportunidades que te da la vida!



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